Sobrevivir es el principio

El año en que aprendí a vivir

“Somos los afortunados no porque tengamos garantizado un futuro sin dificultades, sino porque tenemos la oportunidad de vivir plenamente el presente, con todas sus imperfecciones y posibilidades.”.

Tomás Acevedo lo tenía todo: una carrera brillante como director ejecutivo de una importante ONG ambiental, una familia amorosa, y un futuro meticulosamente planificado. Hasta que un día, durante unas vacaciones familiares, descubre un bulto en su pecho que cambiará irrevocablemente el curso de su vida.

Diagnosticado con linfoma en etapa avanzada, Tomás se ve obligado a abandonar su mundo de reuniones corporativas, viajes internacionales y decisiones estratégicas, para sumergirse en otro completamente ajeno: el de salas de hospital, tratamientos invasivos y la cruda confrontación con su propia mortalidad.

“El Año que en Aprendí a Vivir” no es simplemente una historia sobre el cáncer. Es una exploración profundamente humana sobre cómo las crisis más devastadoras pueden convertirse en catalizadores de transformación personal. A través de encuentros inesperados —como su breve pero transformadora amistad con don Emilio, un profesor de filosofía en fase terminal— Tomás descubrirá que el tiempo es el único lujo verdadero, y que muchas de las páginas más importantes de la vida son precisamente aquellas que solemos ignorar por “aburridas” o “irrelevantes”.

Con una prosa emotiva pero nunca sentimental, Miguel Fuentes nos invita a acompañar a Tomás en su viaje desde la negación hasta la aceptación, desde el miedo paralizante hasta una nueva forma de coraje. A través de momentos de humor inesperado, reflexiones profundas y revelaciones cotidianas, esta novela nos recuerda que a veces necesitamos perderlo todo para descubrir lo que realmente importa.

Una lectura conmovedora para cualquiera que haya enfrentado una crisis vital, acompañado a un ser querido durante una enfermedad, o simplemente se pregunte si está viviendo según sus verdaderos valores.